Cómo puede obtener una renta vitalicia de 345 euros al mes quien se jubila ahora
EL PAÍS.-
En pleno debate sobre la sostenibilidad de las pensiones públicas y la búsqueda de fórmulas de ahorro con las que planificar la jubilación futura, Unespa ha presentado hoy un informe elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) en el que reinvidicar la figura de las rentas vitalicias. El estudio defiende que son la fórmula óptima con la que compensar la pérdida de poder adquisitivo que supondrán de aquí a 2035 las reformas del sistema público de pensiones aprobadas en 2011 y 2013 y que AFI calcula implicará una pérdida de capacidad de compra de alrededor de 350 euros al mes para una persona que se retire hoy a lo largo de su vida como jubilado.
AFI parte de la idea de que quien se jubila hoy vivirá de media 20 años más y deberá afrontar el impacto de los cambios en el cálculo de la pensión, como el factor de sostenibilidad o la desvinculación de la inflación. Y tendrá que asumir una pérdida de poder adquisitivo que, según explica el informe y defiende Unespa, bien podrá compensar con la contratación de una renta vitalicia.
Este producto de ahorro previsión está indicado para personas en edad de jubilación, o que ya han cumplido de sobra los 65 y desean contar con una renta mensual constante asegurada a lo largo de toda la vida. Con la opción de reservar todo el capital de esa renta para sus herederos llegado su fallecimiento o de dejar menos capital en herencia (o ninguno) a cambio de disfrutar de una mensualidad más alta durante toda su vejez.
En los cálculos de AFI, un patrimonio de 63.000 euros sería de media suficiente para compensar con una renta vitalicia la merma de poder adquisitivo que se prevé a futuro. En su estimación, calculada bajo un supuesto de rentabilidad del 1,5% anual, un hombre de 67 años que constituya una renta vitalicia con un capital de 55.426,77 euros podrá asegurarse 345,3 euros al mes hasta el momento de su fallecimiento, partiendo de que en su póliza está previsto que no dejará nada a sus herederos. Para una mujer, con mayor esperanza de vida, el logro de esa misma renta mensual supone un mayor esfuerzo y la constitución de una póliza con un ahorro de 71.318,45 euros.
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En el caso de un hombre de 77 años, una póliza por 18.549,77 euros le permitirá disponer de una renta vitalicia de 246,25 euros, según los cálculos de AFI. El capital que necesitará una mujer de la misma edad para obtener la misma renta será en cambio de 23.518,87 euros.
José Antonio Herce, profesor de AFI y codirector del estudio, ha defendido que las familias cuentan con un valioso patrimonio inmobiliario que puede ser la base para constituir la renta vitalicia que garantice el nivel de vida en la jubilación. Explica que el 82% de las familias españolas poseen la vivienda en la que residen y que el 95,5% de los hogares encabezados por jubilados tienen su vivienda íntegramente pagada. Además, dentro de los activos que poseen los hogares de jubilados, el 75,5% son activos reales, que incluyen los inmobiliarios, de los que el 43% corresponde a la vivienda principal y el 29,5% a otras propiedades como una segunda residencia, según datos del Banco de España de 2014. En el conjunto de familias españolas, un 42% tiene una segunda residencia.
“La plusvalía por la venta de un bien para quien tiene 65 años queda exenta si se reinvierte en una renta vitalicia”, ha recordado Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa, que ha mencionado la posibilidad de vender una casa, sea primera o segunda residencia, una licencia de taxi o valores bursátiles para disfrutar de esa exención y obtener el capital necesario para constituir una renta vitalicia. El beneficio fiscal de no pagar impuestos tiene como límite los 240.000 euros, con la condición de que lo ingresado se reinvierta en la renta vitalicia en un plazo máximo de seis meses.
La renta vitalicia tiene además el tratamiento fiscal más favorable de entre los productos de ahorro para los rendimientos. Así, la parte de renta sujeta a tributación se reduce en función de la edad, de modo que a partir de los 70 años, solo se pagan impuestos por el 8% de la renta percibida.
De Frutos ha insistido además en el carácter “flexible” que puede tener el producto y en el “compromiso del sector con dar toda la información del producto”. No en vano, hay que explicarle al cliente que, en caso de querer rescatar la póliza, se puede sufrir una pérdida en el capital en un horizonte de tipos de interés al alza, en el que pierden valor los activos de renta fija en los que se sustenta el producto.