HITOS EN LA IGUALDAD DE GÉNERO
Os reseño algunos hitos del siglo XX, para que veías que no hace tanto tiempo de los avances en derechos para las mujeres, dejando de ser seres de “larga cabellera y corto entendimiento” (Arthur Schopenhauer 1788-1860, el misógino por excelencia del siglo XIX) a ser personas libres independientes e iguales a los hombres.
- Hasta 1952 la mujer española no podía, sin tener cumplidos los 25 años, abandonar el domicilio parental si no era para contraer matrimonio o profesar el estado religioso.
- Hasta 1962 no se nos autorizó a continuar trabajando a casarnos al regularse que “el cambio de estado civil no rompe la relación laboral de la mujer”, porque el matrimonio era causa de extinción del contrato.
- En 1963 se eliminó del Código Penal el «privilegio de la venganza de la sangre», que era el derecho del esposo a matar a la mujer adúltera (y si venia de paso, también al amante).
- Hasta 1970 no pudimos acceder a puestos de autoridad (magistradas o fiscales, por ejemplo), porque la autoridad se reservaba a los hombres.
- Hasta 1975 no tuvimos plena disposición de nuestro patrimonio, ya que hasta entonces existía la licencia marital para cualquier actividad económica, por lo que marido podía controlar el patrimonio y el dinero de su esposa. Sin su permiso, no podíamos tener ni una simple cartilla.
- En octubre de 1978 se despenalizó la venta, divulgación y uso de los anticonceptivos, separándose de esta forma la sexualidad de la procreación.
- En diciembre de 1978 la Constitución española declaró la igualdad de todos los españoles.
- En 1981, se eliminó la “dote” por casamiento del Código Civil”, y poco a poco se fueron suprimiendo todos los “restos” que existían en la legislación, que contravenían la igualdad recogida en la Constitución.
Estos puntos en nuestra reciente historia nos hacen pensar que cualquiera de nosotros, nacidos próximos a los años 1960, hemos sido educados, hemos crecido, con una sociedad desigual y muchas veces “no percibimos” las desigualdades porque las hemos hecho nuestras, sin darnos cuenta.
Nos han educado madres y padres que han vivido esa sociedad y necesitaremos alguna generación más para que lo que está regulado, lo que está en la ley, entre a formar parte de nuestro ADN, sustituyendo a los viejos prejuicios.
Estamos en ello activamente, porque es nuestra responsabilidad construir una sociedad mejor.