4 Estrategias para motivarte

Lo que nos mueve a la mayoría de las personas a hacer cosas es básicamente la satisfacción que obtenemos por el simple hecho de llevarlas a cabo.
Trabajar puede ser algo tan excitante como no hacerlo. Lo que marca la diferencia es si disfrutamos o no.
Cuando disfrutamos de lo que hacemos, es nuestra propia motivación interna la que nos empuja a hacer las cosas lo mejor posible. No necesitamos ningún tipo de recompensa externa.

Aquí tienes cuatro estrategias para mejorar tu motivación y productividad, a la vez que disfrutas de lo que haces.

1. Revisa tu rendimiento en este año

Escribe con qué actividades has sentido que el tiempo volaba. ¿Qué estabas haciendo? ¿Dónde estabas? ¿Con quién estabas? Reconocer tus momentos de “flow” te permitirá incrementar ese tipo de experiencias y reducir los momentos en que no estás comprometido con lo que haces.

2. Determina tu visión para el nuevo año

¿Cómo te gustaría acabar el año que viene? ¿Qué querrías haber logrado? Necesitas tener el destino en tu mente para determinar correctamente los pasos que te llevarán a él. Sé sincero y realista, y determina una visión de ti mismo al final del año que viene.
Tus objetivos deben ser específicos y concretos, que se puedan cuantificar y medibles, posibles de realizar, importantes y relevantes para ti, que te supongan un reto, y estableciendo fechas para el proceso y para el final.

3. Establece un tiempo para tus proyectos personales

Determina un tiempo para tus proyectos personales: un 20% de tu tiempo, un día a la semana, una hora al día, lo que sea… Y define los proyectos personales a los que te gustaría dedicarte en los próximos meses.
Tener proyectos paralelos a tu trabajo habitual te permite salir de tu zona de confort y ser más autónomo, algo totalmente necesario para mantener tu motivación interna.
Para que sean efectivos, estos proyectos personales deben suponer un reto en su justa medida. No deben ser tan sencillos como para que llegues a aburrirte ni tan complicados como para que no quieras enfrentarte a ellos.

4. Aprende.

Si eres bueno en lo que haces, te encantará hacer lo que haces.
¿Qué habilidades necesitas mejorar? Determina qué aspectos de tu vida y tu trabajo necesitan un impulso. Concéntrate en ellos.

La práctica deliberada te permite mejorar tu rendimiento. Repetir, repetir y repetir. Hacer más cantidad de lo que haces te permite ser mejor en lo que haces. Lee libros, realiza algún curso, busca un mentor. No dejes de alimentar tu crecimiento personal.

 

Texto adaptado por Salvador Sanchis

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