3 errores básicos que cometemos a la hora de planificar la jubilación

Teorías para afrontar la jubilación con garantías hay muchas, y todas ellas válidas. Pero si algo tienen en común todos los analistas es que en España tenemos poca información y no planificamos bien el futuro. Caemos en errores básicos como ponernos a ahorrar tarde, realizar las aportaciones en el último momento y apostamos por planes siempre muy conservadores

Apostar, como se ha hecho hasta ahora, por los planes de pensiones más grandes puede no ser la mejor opción. Tampoco conviene realizar la inversión en el último momento de la carrera laboral, ni en el cuarto trimestre del año al calor de las campañas basadas únicamente en la fiscalidad”.

Según los expertos, en España se comienza a ahorrar tarde, se suele apostar solo por unos planes poco rentables y solemos hacer las aportaciones a final de año en lugar de mes a mes. “los ahorradores dejan automáticamente de lado la renta variable”, a pesar de que los expertos destacan que es precisamente en el ahorro para la jubilación donde debemos apostar por este tipo de activos de mayor riesgo, sobre todo en los primeros años

En su informe “la industria de los planes de pensiones” destacan que en España siempre se ha empezado a ahorrar en la última etapa de la vida laboral (sobre todo a partir de los 50 años), aunque lo recomendable sería empezar a los 30 años.

Se suele optar por productos de rentabilidad fija (del entorno del 2%) en lugar de la renta variable. una solución alternativa idónea para el largo plazo que actualmente tan solo escogen un 30% de los inversores, en contraste con los países del norte de Europa donde son mayoría

“el reto de los ahorradores ahora es superar ese ‘miedo bursátil’”, la mayor parte de los inversores en renta variable no se dejan llevar por los expertos y optan por hacer aportaciones después de una subida en bolsa y la abandona cuando empieza a caer y comienzan a temer por su dinero

Otro de los errores es la estacionalización en las aportaciones: “más de la mitad se realizan en el último trimestre del año, lo que conlleva una pérdida de rentabilidad de hasta el 4% anual frente a hacer ingresos repartidos a lo largo del año”

En general se tiende erróneamente a aportar más a final de año por el “efecto fiscal”, ya que al cierre del ejercicio analizamos cuánto dinero podemos aportar en los planes de pensiones para deducirlo en la declaración de la renta.

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